lunes, 6 de julio de 2009

Amor y Perdón, desde New York hasta la Carretera a Tecate.



Esta es la segunda ocasión que me da la vida la oportunidad de servir a hombres llevando conversaciones de Amor y Perdón, ellos se están recuperándose de las adicciones a drogas o alcohol.
En la primera visita, cuando entre a ese lugar en donde estaban 25 almas muy golpeadas por el dolor, la vergüenza y la soledad, entre en un estado completo de alerta, mi voz cambio, mi energía se transformo en una fuerza diferente, tener enfrente de mí a esos hombres que en sus ojos solo había desconcierto al escuchar la palabra Perdón.

Claro que ni me anime a decirles que en 3 conversaciones más o sea en 3 sesiones adelante íbamos a platicar del Amor, no quería verlos ahí fulminados y no por OD sino por la impresión de escuchar esas palabras que pueden ser reales en la vida de toda persona pero menos en la de ellos por ahora.
Cada uno de ellos fue escuchando poco a poco con el corazón la nobleza acción de perdonar, había un hombre alto, fuerte, muy inquieto, que su energía algunas veces me ponían en alerta, era la primera vez que estaba frente a 25 hombres adictos a las drogas. Mire seño… yo no puedo perdonar a mi madre… fíjese esa mujer tuvo 8 hijos, con un marido que le pegaba, la insultaba y luego se perdía por semanas, esa mujer es mi madre, ella me dio una vida miserable llena de pobreza y es por eso que desde los 8 años ando vagando tratando de comer y así es como caí las drogas, hasta que decidí seguir viviendo limpio, haber usted dígame por qué tengo que perdona a esa mujer que solo se dedico a llenarse de chiquillos, maltratarlos, y sin dinero para darles de comer!!! A lo que yo respondí, tienes todo el derecho a sentir odio, rencor, resentimiento por tu madre, pero el perdón es una decisión, es algo muy personal que tú debes de escoger si quieres seguir viviendo tu vida en dolor, venganza, rencor o perdonar y soltar esas emociones que solo te alejan de tener una vida plena y libre de dolor. Sin contar las enfermedades que tu cuerpo puede generar por la falta de perdón. Claro que por supuesto no lo convencí, porque brincado en su silla, me pidió ir al baño.

Era la primera sesión de 5 sesiones que faltaban, no sabía a qué hora debía terminar, lo que me indico el fin de charla, fue el fuerte olor a la cruda o la malilla que algunos todavía estaban sufriendo, el humor que esos seres espirituales despedían de su cuerpo temporal en la tierra, era un olor insoportable, uno de mis sentidos más delicado es el olfato así que tuve que tomar como una señal que era hora de terminar esa sesión. Ellos pedían tiempo adicional para hacer preguntas y platicar de su vida y cómo podían concebir el perdón en sus vidas, ellos lo único que buscaban era dejar de sentir la culpa, el dolor, la vergüenza, el rencor, el odio a quien los lastimo tanto.

Yo les trate de explicar que el Perdón era cuestión de tiempo, que no se puede concebir el Perdón como una aspirina que se toma y se quita todo síntoma que está causando dolor a tu vida, pero que este primer paso de querer perdonar o ser perdonados era un buen comienzo, una maratón empieza con un solo paso.
Cuando llegue a mi casa, un poco agotada emocionalmente aunque trate de despejar mi mente en ese Blvd. 2000, cantando y dando gracias a la vida por haber conocido ese grupo de personas que se aferran a ser mejores seres humanos, me fui a la ducha, el agua caliente siempre es buen para tranquilizar y aterrizar el cuerpo en esta tierra. Ahí estaba enfrente de la TV porque al estar sumergida en esta caja, no necesitas pensar y eso era lo que andaba buscando, después de 2 horas de programa de radio y luego 2 horas de conversaciones de Perdón con 25 hombres en recuperación de adiciones, había estado un poco intensa la mañana, así que quería detener mi mente y dejarla en automático. A un lado de la video o más bien del aparato dvd, estaba una torre de películas, decidí poner mi favorita, Sex and the City, era la quinta vez que la veía, pero quería seguir sufriendo por Carrie y su Mr. Big, en ese momento el Mr. Big de mi vida estaba anclado en alguna Ciudad de la Florida. Y ahí desde el momento que inicio esta película me arme con todos los instrumentos necesarios pañuelos desechables, agua, almohada grande y pachoncita, cortinas cerradas, celular en vibrador (contestar a Mr. Big solamente) ropa ligera y el control por si tenía que ponerle pausa para salir corriendo por algún incendio en la casa, porque de otra manera no había poder humano o marciano que pudiera sacarme de ahí en ese momento.

Llore con la misma intensidad de la primera vez, cuando Carrie se da cuenta que Mr. Big no va a llegar a la boda… ahí llore, cuando se despierta en su hotel en México y le pregunta a su amiga Miranda si era cierto o era un sueño? Y le dice ella, es cierto, ahí llore… cuando Carrie encuentra todos los correos de Mr. Big bueno ya iba a la mitad de la caja de desechables, llore y llore!!

Esta película de nuestra generación es un perfecto “chick flick” que debe ser una obligación verla, sobre todo porque nos da un ejemplo de “Amor y Perdón” en todos los niveles que una persona puede vivir, la infidelidad, la traición, el desengaño, la desilusión, la confusión, los cuales nos llevan a una vida en donde debe de imperar el perdón para poder continuar viviendo con menos dolor y más amor, hace unas horas escuchaba a hombres recuperándose de las drogas bajo las mismas emociones que provoca un acto de crueldad y ahora lo veía en la vida de un personaje que fue sacado ( y se quedo pequeño) de la vida real. En los dos escenarios viene a caer el Amor y Perdón, no importa en donde estemos o como estemos, En New York, Miami, México, en la Carretera a Tecate, entre amigas, con la pareja, con mi familia, sola, con desconocidos, o entre olores y colores de Channel, Prada, “cristal”, Pop Corn, “malilla”, ropa desalineada, anillos de diamantes, brazos picoteados… Creo que Carrie y sus amigas bien se hubieran identificado con el dolor, desilusión, tristeza, odio, que estos hombres estaban pasando, al final es son las mimas emociones generadas por diferentes circunstancias. Estos dos grandes motores que mueven al mundo deben de elevarse a las mentes de todas las personas que habitamos este planeta e iniciar la reflexión… cuándo y cómo le doy la bienvenida a el Amor y Perdón a mi vida?

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